jueves, 25 de junio de 2020

9.25. Job, David

Así es como bendecía Job el nombre santo de Dios. La desolación total que le afligía era bendecida por este hombre santo, porque le significaba la voluntad de Dios. No llamaba ruina a su repentina miseria, sino que la bendecía, mirándola como una significación del nombre santo de Dios. Y al bendecir la voluntad divina, significada por las más terribles apariencias, estaba confesando que era perfectamente santa, sean cuales fuesen la forma y los nombres que tomara [Job 1,21].

Así es como David bendecía siempre, en todo tiempo y lugar, el santo nombre divino. El descubrimiento continuo de su manifestación, esa revelación de la voluntad de Dios en todas las cosas, es lo que hace posible que Él reine en nosotros, que haga su voluntad en la tierra como en el cielo, que así nos alimente incesantemente [Mt 6,9-11].

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